El triunfo de Macri es responsabilidad del kirchnerismo

Con el balotaje de hoy, el kirchnerismo logró algo que parecía muy difícil algunos meses atrás: el candidato al que todos reconocían como “su límite”(Macri), que carece de una construcción política de alcance nacional y que casi pierde hace unos meses su único distrito –la Capital- se alzó con la presidencia de la Nación


                        Con el balotaje de hoy, el kirchnerismo logró algo que parecía muy difícil algunos meses atrás: el candidato al que todos reconocían como “su límite”(Macri), que carece de una construcción política de alcance nacional y que casi pierde hace unos meses su único distrito –la Capital- se alzó con la presidencia de la Nación. La razón de este triunfo sólo puede encontrarse en el rechazo popular a los Berni, los Aníbal Fernández y todo el elenco de candidatos y funcionarios de la administración kirchnerista y a la bancarrota económica a la que han llevado al país. Macri vuelve a beneficiarse de los límites insuperables del llamado progresismo. Recordemos que su triunfo en la Ciudad se debió al fracaso de Ibarra, que terminó siendo expulsado del gobierno por su responsabilidad en la masacre de Cromanón. 


                        El programa de Macri es conocido, y pasa por una megadevaluación de la moneda, un reendeudamiento a gran escala del país y un ajuste fiscal que conducirá a tarifazos en los servicios públicos. Esta es la salida que toda la clase capitalista reclama para el derrumbe económico que deja el kirchnerismo, y que se manifiesta en una crisis industrial y en un vaciamiento financiero que deja al país al borde de la cesación de pagos. Por eso, este era el programa de Scioli que pensaba aplicar en caso de ganar las elecciones, aunque prometía hacerlo de manera “gradual”. Sólo a último momento, y bajo la evidencia de que se encaminaba a una derrota de proporciones, denunció a Macri por ajustador. Pero lo hizo ro! deado de los Bein, Blejer y Urtubey, que por abajo continuaban sus negociaciones con los buitres y el capital financiero.


                        Los pretendidos “nacionales y populares”, que chicaneaban a la izquierda de ser `funcionales a la derecha` por no apoyar la política del gobierno nacional,  son los que le han pavimentado el camino a una alianza derechista e improvisada, que deberá debutar con un choque severo con los explotados. El Partido Obrero luchará para que esa experiencia conduzca a reforzar decisivamente una alternativa política propia de los trabajadores.


 


 Partido Obrero


Frente de Izquierda y de los Trabajadores

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